001- PROPUESTA DE CORRESPONDENCIA ELECTRÒNICA
Sábado 16 Septiembre 2000 11:01:15    4KB
De: ADOLF <adolftallerdart@retemail.es>
A: Estrella Cardona Gamio <estrecg@teleline.es>
 

Estimada amiga Estrella, tengo una propuesta que espero te interese.
Después de la lectura de tus libros electrónicos "CUADROCUENTOS" y "LA CANCIÓN DE LA MANZANA", se me ha ocurrido que podríamos abrir una linea de diálogo entre nosotros dos a través de Internet con algunos de nuestros mensajes, con comentarios, opiniones, críticas, dudas, noticias, revelaciones, etc.  lo que sea!!
No con todos los mensajes que nos intercambiamos (¡vaya rollazo!), sinó sólo los más interesantes o creativos. Si crees que puede ser divertido, envíame un mensaje con el número 002 al principio del título (el título que quieras, claro), de esta manera será fácil identificar los mensajes y ordenarlos después. Ah!!, y mejor si no utilizamos el conocido sistema de "Responder" para intercalar respuestas, así no repetiremos los textos.
Sería estupendo publicarlo algún día en Internet, aprovechando los cambios de colores, tipografía, tamaños de letras, imágenes, etc., etc.
También había pensado, si aceptas el "juego", marcar una fecha para finalizar esta correspondencia. ¿Qué te parece 1 año?.
¡¡Bueno!!, pues ahí está la propuesta, te toca a tí "mover ficha".

¡¡Hasta luego!!

ADOLF
16-09-00 Valldoreix
Día de Sant Cebrià, patró de Valldoreix (Sant Cugat del Vallès)

002-Hallazgo arqueológico.
Lunes 18 Septiembre 2000 23:32:34    5KB
De: Estrella Cardona Gamio <estrecg@teleline.es>
A: ADOLF <adolftallerdart@retemail.es>

002-HALLAZGO ARQUEOLÓGICO.

Hola Adolf:

Comenzamos el "juego" -esto me suena a novela de esas en que todo empieza de manera completamente normal y acaba liándose como un laberinto... Esperemos que no suceda en este caso J -

Muevo ficha.

No hace mucho he leído en el TOT SANT CUGAT, una noticia que me ha entristecido, aquello de que se ha descubierto una villa romana del siglo II cerca de Can Cabassa, y no deja de ser irónico que su "descubridora", haya sido una empresa de construción. En otras épocas estos trabajos los realizaban esforzados arqueólogos extrayendo del subsuelo las ruinas del pasado, pero eran tiempos románticos, que duda cabe, hoy en día es a las constructoras a quienes le cabe la dudosa gloria de ese tipo de hallazgos, y digo dudosa, porque no creo que les haya llenado de alegría, precisamente, desenterrar algo que significa un retraso en sus proyectos urbanizadores. ¡Pobre villa romana, en lugar de acordonarla guardándola como un tesoro, acabará desperdigada por los museos, y trescientas familias vivirán sobre el hueco de unos restos que ya no estarán! ¿Sabes, eso me recuerda aquella película, Poltergeist, y no añado más porque el final es muy conocido.

Para las ruinas de Pompeya es una suerte el que no haya fiebre constructora cerca de ellas, y eso que la gente también se reproduce y necesita habitáculo.

He avanzado un peón, ahora te toca a ti.

Saludos.

Estrella.


003-Sobre arqueología
Miércoles 20 Septiembre 2000 18:37:16    6KB
De: ADOLF <adolftallerdart@retemail.es>
A: Estrella Cardona Gamio <estrecg@teleline.es>
 

Nota:  ¡¡me gustó mucho el símbolo J que utilizaste en tu anterior mensaje!!
¡Bueeenoo!, voy a ponerme las  $ , y a ? una + , que ya va siendo º.
                    (Si alguien no tiene el tipo de letras Wingdings, no podrá ver los símbolos)
 
 

Pues verás, exactamente donde se ha encontrado esta villa romana, hace unos cuantos años fuimos a recoger muestras de cerámica con mi amigo Juanjo Cortés, director del Museu de Valldoreix, i último pregonero de nuestra "Festa Major". Era un campo de cultivo que después de haber sido removido por la máquina, dejaba al descubierto bastantes piezas antiguas (que por cierto están todas en el Museu). Evidentemente que son trozos pequeños, pero que los arqueólogos identifican y fechan con bastante exactitud.
Nosotros teníamos permiso, creo, del propietario del terreno. Es por eso que son las constructoras las que descubren estos restos, porque los particulares no podemos entrar en una propiedad privada a excavar. Para un propietario puede ser la ruina que le encuentren una ruina en su terreno, valga la redundancia. De todas maneras, después de las constructoras vienen los arqueólogos a excavar y estudiar el terreno, pero tiene más de ingeniería que de romanticismo.
Según Juanjo, esta villa parece ser una de las más importantes del Vallés, incluso de Catalunya, pero las posibilidades de que la conserven son muy pocas.
En Valldoreix aún tenemos pendiente el cercado y excavación del Castell de Canals, por ejemplo. Y hace dos días en Sant Cugat, en el pleno del Ayuntamiento, se aprobó en declarar como bienes culturales de interés local el conjunto histórico de la Ermita de Sant Adjutori i del "Forn Ibèric" (Horno Ibérico), que según una conferencia de ayer mismo dentro del VII Curso de Historia de Valldoreix (ya ves qué casualidad) comentaron la posibilidad de que no sea ibérico sinó romano. Esta calificación como bien cultural es un primer paso para la protección y conservación de estos elementos, ya que las propietarias del terreno se negaban a que nadie protegiera nada.

Parece que no hay cultura por lo antiguo. Son pocas las personas que se emocionan viendo unas ruinas romanas o griegas, o una pequeña figurita de barro o piedra modelada o esculpida hace 2.000 años.

Hasta luego!!

ADOLF


004-SOBRE LIBROS, RUINAS Y VIAJES.
Lunes 25 Septiembre 2000 22:32    16KB
De: Estrella Cardona Gamio <estrecg@teleline.es>
A: ADOLF <adolftallerdart@retemail.es>
 

Hola Adolf:

¿Sabes?, cuando yo era pequeña me crié entre libros, repartidos en dos bibliotecas: la de mi tío Miguel y la de mi padre. Y digo bien primero la de mi tío porque de ambas era la más divertida al estar toda llena de novelas y libros de aventuras, claro que también tenía obras "serias", y gruesos volúmenes de textos profesionales, que, la verdad, no me seducían absolutamente nada. La biblioteca de papá abundaba en libros de historia de todas las épocas, libros científicos, y, creo recordar que tres novelas, si llegaba, Kazán perro lobo, Bari, hijo de Kazán, y una cosa delgada y pequeñaja titulada algo así como "Aventuras de LA SOMBRA" y que no pertenecía, precisamente a lo mejor de la literatura universal, pero como salía un tal Inspector Cardona, a mi padre le hacía gracia.

Cuando era muy pequeña, me limitaba a contemplar las "estampitas" de los libros y ese debió ser entonces el comienzo de mi afición por el arte ya que todo eran reproducciones de cuadros famosos -léase escenas históricas- o bien de esculturas -retratos históricos-, eso en la biblioteca de papá, en la de mi tío no es que no salieran cuadros o esculturas, pero menos, sino que a más a más, las novelas, novelas antiguas en su mayoría, estaban maravillosamente ilustradas por verdaderos artistas, y a mí me gustaba contemplar todo aquello, porque aunque no sabía leer, contaba tres, cuatro años, no me faltaban un padre o un tío que respondiesen de muy buena gana a mis preguntas. Luego aprendí y me fui enterando, por mi misma, de quiénes eran el resto de todas aquellas personas pintadas, o en estatua -biblioteca de papá-, y a los seis años sabía más de historia antigua, que, incluso, algunas personas mayores. Mesopotamia y Egipto me resultaban de lo más familiar, y la visión de las constantes ruinas, el Partenón, el Coliseo romano, Pompeya, Karnak y Luxor, eran como mi segunda casa.

Tu dirás que debía ser "la repelente niña Vicente", especie de monstruito sabihondo, y efectivamente, no te engañas; menos a mi familia, a los otros papás, mamás y tíos diversos de niños ajenos, yo les resultaba una criatura estomagante, muchos años después me di cuenta de ello, pero entonces no, claro, y al ser, por aquellas fechas, hija y sobrina única, en fin...

No hace mucho te contaba que mi bisabuelo paterno había sido arqueólogo aficionado y eso se debió trasmitir genéticamente porque a mi padre le encantaban los libros acerca de la prehistoria -y otros vestigios y ruinas varias-, era un experto en "homos" antiguos, de Neandertal, de Cromagnon, etc., y soñaba también con la mítica Tartessos, mucho menos lejana, no obstante que el hombre de la Edad de Piedra. Papá hablaba de dólmenes como si los hubiera construido él mismo, y la cultura del vaso campaniforme le traía de cabeza, todo eso dentro del mundo y la época poco amable que le tocó en suerte vivir. Mi tío, en cambio, flotaba por otros parajes mucho más animados, llenos de piratas -Rafael Sabatini, Emilio Salgari-, damas reencarnadas, era fan de H. Ridder Haggard, o sea, el autor de Las Minas del Rey Salomón, y de Julio Verne, Marck Twain, Jack London, etc., etc., etc., y a mí me compraba montones de libros de cuentos, que contribuyeron a llenarme la cabeza de pájaros, cosa que a papá no le gustaba nada. Aunque tampoco se podía quejar, la verdad, su niña se sabía de carrerilla la lista de los reyes asirios y babilonios; proeza digna de tenerse en cuenta.

Muchos de los libros que papá adquirió durante mi infancia, fueron por fascículos, que a veces, tristemente, se quedaban a mitad por que las editoriales se iban a pique, y así muchas colecciones nunca se completaron, pero no todas. Teníamos LAS MIL FIGURAS DE LA HISTORIA, en donde yo descubrí retratos ilustres de toda laya, entre héroes, guerreros,  monarcas, políticos, hombres de ciencia, aventureros, y, no iban a faltar, escritores, que, no sé por qué, me llamaban mucho la atención, ya que siempre les veía con un libro en la mano, un papel, o una pluma de ave a punto de escribir.

Papá me hablaba de la formación del mundo a su modo científico -era químico-, pero luego me mostraba el famoso encuentro de Adán con su Creador, esas dos manos que se unen sobre el vacío, obra de Miguel Ángel, y decía que era una escena sublime y que me fijase en lo bien dibujada y pintada que estaba. Asimismo, en otros momentos, me contaba sobre los dinosaurios, muchísimo antes de que Spielberg los reactualizara, y acerca de otras cosas, siempre interesantes y eruditas, pero mi tío me traía esos libros preciosos que hacían soñar, y si no, iba yo a su casa y le revolvía las estanterías hasta dar con lo que buscaba: los libros de viajes; por ahí si que me he internado en innumerables ocasiones.

Aquellos libros se perdieron hace mucho, o desaparecieron, el caso es que transcurridos los años, fallecido su dueño, los libros, uno tras otro, fuéronse esfumando hasta no ser más que un recuerdo fantasmal en el piso que después habitarían ya otras gentes y al que nunca más he podido regresar porque se quedó demasiado lejos en el tiempo.

Mis primeros viajes, como te iba diciendo, tuvieron lugar a través de los libros, y, más que nada, de los grabados y dibujos, mejor que fotos. Eran volúmenes antiguos, todo resultaba antiguo en la biblioteca de mi tío Miguel, libros viejos, algunos con polvo incrustado, de tapas en cartoné y tela roja con letras de oro deslucido -que, en algunos casos se repetía en el borde de las páginas-, otros en cambio estaban encuadernados en no sé qué de color marfil y rugoso al tacto, concretamente dos tomos, uno LAS AVENTURAS DE ROBINSON CRUSOE y el otro PABLO Y VIRGINIA, es decir, naturaleza por todas partes y unos grabados exquisitos. Yo, que era niña urbana, descubrí los grandes espacios abiertos, y las selvas, mediante esos dibujos, antes de que el cine me los mostrara con las aventuras de Tarzán, entonces, cuando los estudios de Hollywood no salían de sus recintos ya que incluso al mar lo tenían enjaulado en estanques enormes.

Fue, creo recordarlo así, alrededor de los años 50, cuando se inició la gran revolución cinematográfica en Los Ángeles, con la desbandada general de actores y directores que deseaban ser independientes y conocer, y realizarse, otros países, pero... se está haciendo tarde y ya me he extendido demasiado, supongo que una cosa lleva a otra y al final siempre se acaba divagando; por hoy lo dejo aquí.

Hasta la próxima.

Estrella.



005-LIBROS, CINE Y MALAS NOTICIAS
Miércoles 27 Septiembre 2000 23:55:35    7KB
De: ADOLF <adolftallerdart@retemail.es>
A: Estrella Cardona Gamio <estrecg@teleline.es>
 
Hola Estrella, la verdad es que yo he leído bastante menos que tu, y me avergüenza reconocer mi escasa cultura literaria, que se limita a lo poco que recuerdo de lo aprendido en la escuela, y lo poquito que he ido leyendo por mi cuenta.
Me parece que nuestra pequeña diferencia de edad afecta sensiblemente al tipo de educación recibida, ya que mi generación estaba bastante más influenciada por la televisión que la tuya. Sí que leía como un loco los libros de aventuras de "Los tres investigadores", pero llegado a una cierta edad juvenil, mi principal influencia fueron las películas de cine, con esas series cinéfilas de televisión dedicadas a Eisenstein, Welles, Scorsese, Fellini, Passolini, Rossellini...
También disponía de una biblioteca familiar, dedicada principalmente a la historia y al arte, pero el cine me ofrecía mucho más que la literatura.
Actualmente sigo leyendo menos de lo que desearía, pero por el contrario soy comprador de muchos libros de pintura, dibujo, fotografía, álbumes de cómics, y libros antiguos, principalmente de principios del siglo XX y en catalán, poesía o prosa.
Espero que en mi futuro taller, que confío inaugurar en el 2001, pueda mostrar mi pequeña biblioteca de Arte, y que pueda ser consultada por todos los visitantes.

Otro tema que me atrae recientemente es el de la propia historia del libro y de la escritura. Es un tema apasionante, ya que para mí el libro es algo más que una serie de palabras que transmiten una idea. Es un objeto de arte en sí mismo, con unas determinadas características: el tamaño y formato del libro, el diseño de las tapas, el color del papel, su rugosidad, la tinta, los tipos de letra, la composición, las ilustraciones, el olor...
Soy un gran admirador de las nuevas tecnologías, y esta correspondencia es una buena prueba de ello, pero sin embargo se que los libros no desaparecerán nunca, quizás hasta mejoren.
 

Hoy es el día de mi Santo: San Adolf (con acento en la sílaba "dolf", y no en la "A", como muchos pronuncian).
La verdad es que es un día un poco triste, no por la buena lluvia que nos ha acompañado toda la tarde, sinó porque por fin me he enterado de que NO he sido seleccionado como profesor de los talleres de pintura de la Escuela de Arte de Sant Cugat.
Digo "por fin" porque dentro de 5 días empieza el curso, y si no era seleccionado en esta convocatoria, tendría que empezar los talleres en el Casal de Valldoreix, en la Galeria-Taller Pou d'ART, y en el Ateneu de Sant Cugat, y todos estaban bastante impacientes por saber algo. Y yo el primero, claro!.

Bueno, ¡que otra vez será!.

¡Hasta luego!

ADOLF