Hola Adolf.
¡Por fin hemos llegado a las
100 Cartas E, cosa que parecía imposible, pero lo hemos conseguido,
lástima que tengamos que celebrarlo con cava virtual, como manda
el medio en el que nos desenvolvemos!
Y seguimos con las celebraciones: pronto
hará dos años que iniciamos nuestra virtual-amistad-correspondencia,
con la primera carta que yo te envíé apuntándome en
tu sorteo anual, ¡fíjate que consecuencias puede tener una
simple carta! :D
(Por cierto, este año también
participamos, ¡cómo nos toque, la gente dirá que ha
habido tongo!)
Me alegro que hayan adquirido la Secuencia de retratos de Irene. Yo opino, pero es mi opinión personal, que los cuadros, dibujos, etc., que realiza un artista, una vez hechos, tienen existencia propia y han de vivirla, emancipándose cuando los compran.
Ayer fuia ver EL PLANETA DE LOS SIMIOS, y, la verdad, ni a la suela del zapato le llega a la primera. Ciertamente que hay mucha técnica espectacular, pero si quitas eso, lo demás no vale un pimiento.
La primera versión tenía el broche de oro del final, cuyo impacto, al verla por primera vez, no podré olvidar nunca, aquello era maravilloso, estupendo y finalizaba dignamente la película quedando satisfecho el espectador, porque no basta con el suspense, hay que saber ternminar un film o una novela, a tono siempre con el argumento. En esta ocasión, se ha querido rizar el rizo y se le han dado tres finales consecutivos, el primero copia mala del precedente, el segundo de película cómica y el tercero... lamentable.
Ahora, a mí me gustaría saber que personaje encarna Charlton Heston, ya que tengo entendido que tiene una pequeña participación en este remake.
Recordarás que de la película se hicieron varias secuelas, pues bien, algunas de ellas, muy modestitas, eran mejores que la actual; al no tener efectos espectaculares, eran más ingeniosas.
EL PLANETA DE LOS SIMIOS, está inspirado en la novela del francés Pierre Boullé, cuya acción transcurre en Francia, como mundo incógnito y con la Torre Eiffel en lugar de la Estatua de la Libertad.
Te reservo una sorpresa: he vuelto a pintar, al menos estoy en ello. Me he pasado el verano escribiendo una novela, que empecé hace 10 años y dejé en primer borrador, y en el 2001, el 23 de abril, la retomé puliendo y añadiendo, también recortando, y ahora ya he llegado a la recta final, creo que para noviembre estará ya lista, es de aventuras, como te dije, o sea que me he pasado el verano por tierras exóticas viviendo muchas peripecias... sin moverme de mi casa, que es así como, casi siempre, viajamos, o vivimos, los novelistas, pero ha valido la pena.
Bueno, efectivamente, esto ya toca a su fin, al menos, de cara a la galería.
Hasta la próxima.
Estrella.
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Hola Adolf:
En primer lugar y antes que nada, ¡enhorabuena a los dos, es una noticia estupenda, un bebé, desde luego que desde ahora mismo ya le nombro lector oficial de todos mis cuentos infantiles, y le escribiré uno para él, o ella, apenas nazca, y que conste que se trata del primer hijo de un amigo para el que haré un cuento dedicado!
Comprendo tus preocupaciones de papá en ciernes, un niño cambia mucho la vida y obliga a replantearse las costumbres, pero también existen satisfacciones que sólo los hijos pueden dar: sus primeros balbuceos, verles crecer y desarrollar el carácter, y luego, al hacerse uno viejo, saber que ahí están y que algo físico queda de ti en el mundo.
Ahora la incógnita es esta, ¿será pintor como su padre?
¡Otra vez enhorabuena a los dos!
Hoy se cumple el año en el que se iniciara esta correspondencia entre tú y yo, siendo tuya la iniciativa-¿qué me reservas en un futuro próximo? :D-, y hoy, por fin, llegamos a su término. En efecto, han sido 12 meses en los cuales, hemos estado cruzando cartas, que espero algún día lean nuestros admiradores ;-))))
Respecto a lo del epílogo, me parece buena idea colocarlo al final, cuando ya todas las cartas estén enviadas y lo podamos escribir a la alimón; quedará más auténtico.
Lo del brindis va a ser de lo más virtual del mundo, pero así manda el medio internáutico.
La novela va muy bien, ya la estoy acabando de pulir como te dije y espero que en un par de semanas le pueda dar carpetazo definitivo.
Y respecto a los cuadros, estoy pintando paisajes sacados de foto –Utrillo lo hacía-, y saco el tiempo como puedo, lo que ya es milagroso. A ver si dentro de unos meses me abro una página de exposición.
Compruebo, por lo que escribes, que este fin de semana estarás muy atareado entre el taller y la Festa Major de Valldoreix.
Mencionas a “Los Otros”, de Amenabar, ¿no será una versión de “Los inocentes”, aquella película con institutriz que interpretaba Deborah Kerr?
Yo sólo he visto una película
de Amenabar, “Abre los ojos”, y la verdad es que no me convenció
mucho, los delirios oníricos del protagonista no quedan resueltos
con claridad al final. A ver que me parece “Los Otros”.
Aquí, en teoría, debiera concluir 102, la última Carta-E, pero no puedo terminar esta correspondencia sin hacer mención de un triste suceso que tuvo lugar el 11 de septiembre -desde hace muchos años Fiesta Nacional en Catalunya, y lamentable efemérides en Chile-, porque de ahora en adelante el 11-S, ya ha pasado a la historia de nuestro planeta como el día en que el mundo se estremeció ante el impacto de unas imágenes en directo que quedarán para siempre grabadas en nuestra memoria. La prensa internacional habla de una Nueva Era, y no le falta razón, por tanto la penúltima Carta-E de esta correspondencia entre nosotros, un pintor y una novelista, se ha convertido en histórica también; la escribiste horas antes de que se desencadenara la hecatombe, cuando todos, desapercibidos, hacíamos nuestra vida de cada día sin sospechar siquiera lo que iba a desencadenarse.
He leído en la prensa que el ataque a las Torres Gemelas de Manhattan, lo profetizó el norteamericano Tom Clancy en su novela “Deuda de honor” que se publicó en 1995, valiéndole duras criticas ya que en el capítulo final de esa obra –y que por cierto ha ofrecido a sus lectores La Vanguardia esta semana-, un piloto suicida, tripulando un Boeing 747, se incrusta en el Capitolio de Washington.
Me gustaría acabar la presente con algo alentador, ya que la esperanza es lo último que se pierde, y he encontrado, entre viejos apuntes, estos pensamientos de una carta de Van Gogh a su hermano Theo:
“... allí hay esperanza, pero... esta esperanza está en las estrellas. Encuentro esto muy cierto, muy bien dicho y muy bello, además, lo creo de buen grado también.”
Hasta siempre.
Estrella Cardona Gamio.
Fin de CARTAS-E CRUZADAS
16.9.2000-16.9.2001.
Valldoreix/Sant Cugat del Vallès.